20.6.13

Al acecho (Blay)

¿Os acordáis de Grietas? Pues aquí otro relato, por supuesto trabajando con Andrea Neptune. Este es mi personaje, al final de relato estará el enlace para el personaje de ella. Disfrutad. Gracias.
***

Le gusta pasear por las calles vacías de la ciudad, le tranquiliza y le ayuda a pensar. Y cuando más piense mejor hace su trabajo. Parece que Nueva York está más viva de noche que de día. Todas las fiestas, las luces, los coches de un lado a otro, la gente.

Por supuesto, a Blay le gusta la noche, y por eso adora su trabajo.

Esta vez su instinto le ha llevado a un bar algo apartado del centro, pero por lo que puede ver cuando lo divisa a lo lejos está bastante concurrido. Blay se detiene en la oscuridad, todavía alejada del bar. Saca un bonito reloj de bolsillo de su chupa de cuero y mira la dirección de las agujas. Con sus manos en los pequeños bolsillos de la chaqueta se dirige hacia el interior del bar. En el instante en el que sus manos empujan la pesada puerta, Blay es engullida por la música a todo volumen del local. No importa lo que pudiera ocurrir fuera de ese sitio, nadie se daría cuenta, y la fiesta seguiría. Se mueve como puede entre el gentío y el alcohol. El calor de su cuerpo va aumentando conforme se va adentrando en esa jungla, pero no se quita la chaqueta. No sabe muy bien hacia dónde dirigirse, está un poco perdida. A pesar de haber llegado hasta ese sitio, en toda la noche no ha visto ninguna sombra. Parece que cada vez son más cautelosas y les evitan mejor. Mira a la gente de su alrededor. Todo el mundo grita y sonríe de oreja a oreja mientras la bebida cae por su boca.

Se detiene en medio de la multitud, intentando buscar algo que llame su atención. Cuando sus ojos miran lo que hay delante de ella, no muy lejos de su posición puede ver moverse una puerta. Seguramente sean los lavabos. Si, ese sería un buen sitio, piensa hacia sus adentros mientras pone camino al lugar. Cuando estira el brazo para empujar la puerta, ésta se abre de golpe, a punto de golpearle. Una muchacha con los ojos manchados por completo de rímel y en lágrimas choca contra Blay.

¿Estás bien?  pregunta Blay antes de que la muchacha siga su camino. La joven parece totalmente desconcertada, levanta su rostro y la pelirroja puede ver en la chica una mirada perdida. – Eh, ¿qué ha pasado?
N…no lo sé  comienza diciendo la muchacha mientras se restriega la manga de la ropa por el rostro. – Había una cosa en el baño… y luego ese chico me empujó.  A duras penas puede escuchar la explicación de la joven.

Blay aparta a la chica de su camino, no sin antes decirle que se marche del bar. Entre la música y lo que puede haber pasado en el baño, la chica no parece haberle prestado demasiada atención.
Cuando entra en el baño puedo observar como el muchacho del que habló esa chica está luchando contra una sombra, y Blay se atreve a pensar que es más grande de lo normal. Las cosas no parecen ir muy bien con el tipo tirado en el suelo, le tiene agarrado de un tobillo. Blay sabe lo malo que es que una sombra sienta tu miedo y tu dolor. Lo ha tenido que aprender a base de buenos golpes. Se mueve rápidamente, tras comprobar con una pequeña sonrisa quien es el chico de pelo negro y golpea al ser con una fuerte patada, provocando que se esparza por todo el suelo. Corre para ponerse delante del chico y le quita el cuchillo de las manos. Cuando la sombra vuelve a levantarse del suelo tiene el aspecto de Blay. Odia que hagan eso. Se abalanza sobre la criatura con el cuchillo en mano y se lo clava toda las veces que puede, con todas sus fuerzas.

Vuelve a clavar una última vez el cuchillo en el cuello de la sombra y aprieta. Segundos después una masa de ceniza cae al suelo. Rápidamente, saca la esfera con forma de reloj de su bolsillo y pulsa el botón. Todo lo que había sido de la sombra desaparece en el instrumento de Blay. Se guarda el reloj de nuevo y se gira hacia su viejo compañero. Le tiende una mano a Niles con una sonrisa burlona en su rostro, no lo puede evitar. Sin embargo el muchacho no parece muy dispuesto a que le ayuden después de lo ocurrido. Blay se contiene, le dan ganas de reír con tan solo ver cómo le mira Niles. Observa sus ojos azules sin apenas parpadear. Parecen que nunca van a dejar de competir. Incluso aunque no lo busquen.

Estás perdiendo facultades, Nivens. Dice finalmente Blay.
Más quisieras, desertora. Está tan acostumbrada a esas palabras que apenas las escucha.
Deberías haberte salido cuando pudiste, y lo sabes.

El chico comienza a reír, con un gesto negativo en su movimiento de cabeza. El chico la vuelve a mirar y le quita el cuchillo sin pensarlo. Ella nunca usa armas de ese tipo, siempre ha pensado que hacen débil a uno, y muchas veces se pueden poner en tu contra. Lo que a Blay le gustan son los puñetazos y las patadas, aunque después de la fuerza que tenía la sombra de esta noche quizás se lo deba de replantear.

Allystair te echa de menos. Blay observa la sonrisa del chico. Blay ya no es la niña que solía caer en ese tipo de juegos.
Lo dudo mucho
¿Cuántas has capturado ya? Puede notar el tono de superioridad del chico. Seguramente esperará haber capturado más que ella.
Ciento siete. Ciento ocho con la de esta noche. Blay se cruza de brazos. Ese muchacho le pone de los nervios con tan solo dos palabras de su boca.
Vaya, casi me has pillado.
Cuántas. Responde la chica casi de manera agresiva.
—Ciento quince. Ciento dieciséis si no hubieras venido a molestar.
—¡Oh, vamos! ¡Te habría comido! – Parece que con los años se ha vuelto más idiota.
—Estaba controlado — Blay rueda los ojos. No tiene remedio.
—No lo estaba, pero allá tú — dice. — Un placer volver a verte, eh. —Le vuelve a tender la mano. Acto en vano, pues el muchacho no parece tener muchas intenciones de darle las gracias. — Que te den. Ya me debes dos, no se me olvida. – La chica gira el cuerpo para marcharse, cuando sus pies se detienen y una pequeña sonrisa surca sus labios. – Saluda a Allystair de mi parte. – Dice con un tono casi alegre, girando su cabeza, con la esperanza de producir el efecto deseado sobre Niles.   

Arrastra su mirada por el baño y sale del sitio llena de rabia. Aprieta su mandíbula con fuerza y empuja a la gente del bar, que parecen estar demasiado distraídos como para fijarse en ella. Niles Nives, míster orgulloso. Ella también sabe jugar, y no se le piensa olvidar las dos veces que le ha salvado el culo. Le gustaría saber que tiene que decir al respecto su querido Allystair. No recordaba que el chico fuera así. Parece que los años y el rencor han hecho demasiada mella en él. Consigue salir del bar y respira con fuerza cuando nota el frescor del aire en su rostro. Capullo.  

Click para leer Al Acecho (Niles)

2 comentarios:

  1. Estaba escuchando la versión del Rock of Ages de Don't Stop Believin' y no sé por qué... ¡Pero pegaba mucho con el principio del relato! jajaja

    Me ha gustado mucho, luego leeré el de Andrea...

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  2. Brrrrr menudo relato, me encanta xD ESTA PAREJA ME ENCANTA ERTGRGHHGFDH Me gusta más que Adrien y Bird, hay más acción y me gusta la manera en la que se tratan xDDD Ya lo he dicho en el blog de Andrea, pero espero que escribáis más relatos donde salga esta pareja :33

    ¡Besos gigantes, María!

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