28.3.13

Grietas (Adrien)


Este nuevo relato no es único, y no está suelto. Forma parte de algo llamado Sombras. Nació hace unos días a raíz de que Andrea Neptune me preguntara si quería escribir algo con ella. La respuesta fue un sí, obviamente, y después de eso llegó la idea. De momento hemos escrito dos relatos de Sombras, ella uno y yo otro. Es probable que esto sea una serie de relatos cortos, pero todavía no estamos seguras.

Ambos relatos, titulados como Grietas, están narrados en tercera persona, desde las perspectivas de dos personajes diferentes: Adrien y Bird. Cuando leáis veréis la relación que hay entre estos personajes y demás. No es necesario leer ambos relatos para comprender lo que ocurre, pero sí es muy aconsejable para enterarse de todo lo que estamos contando. Los relatos no llevan orden, simplemente están relacionados y la acción ocurre en la misma noche.

En el caso de que publicáramos más relatos sobre Sombras no estarían relacionados con los personajes de Grietas, serían completamente independientes. Al menos de momento.

Dicho esto, esperamos que os guste esta idea tanto como a nosotras. 
Gracias por todo :3
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La había estado observando toda la noche, mirando cómo se iba con otros tipos, cómo lo dejaba plantado y en ridículo. Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo idiota que era. De lo idiota que era a los ojos de las demás personas. Pero aquello había sido la gota que colmaba todos esos vasos que habían estado resistiendo hasta el momento. Le dio un largo trago a su vaso y lo dejó con un golpe seco sobre la barra, quedando silenciado por la fuerte música. Pensó qué decir o hacer. Ella siempre había sido la que tuviera la última palabra, la que siempre sabía qué hacer, cómo hacerle callar o conseguir lo que deseaba. Pero se había terminado. La quería, pero hasta ese momento no se había dado cuenta que las cosas debían tener un límite.
—Deja de quejarte y escúchame, joder —dijo tras haberla llevado casi a rastras a un lugar apartado del local.
—¿Quién te crees que eres para hablarme así? —le respondió Bird, hinchando el pecho, como un animal dispuesto a atacar si era necesario—. Eres un idiota. —La chica hizo amago de marcharse con la dignidad bien alta, pero Adrien la tomó del brazo con fuerza.
—Tienes razón, como es normal —dijo con un tono amargo y lleno de rabia. La chica le miró a los ojos, intentando asustarlo como solo ella sabía—. Estoy más que harto, Bird. ¿Crees que puedes venir aquí y pavonearte delante de todos los tíos esperando que no diga nada? Esto debería haberlo hecho hace mucho tiempo.
—¿Ahora no puedo ni divertirme un poco?
—Se acabó —le cortó el muchacho, no queriendo volver a escuchar sus llantos falsos, no esa vez—. Hemos terminado. —Adrien dejó las palabras flotando en el aire mientras golpeaban a la muchacha una y otra vez. Ahí, donde más le dolía. Bird lo persiguió por el local tras despertar del shock.
—¿Cómo que me dejas? Esto no se termina hasta que yo lo diga.
—Asúmelo de una vez, Bird —le respondió el muchacho agitando su brazo para apartar la mano de la chica de él—. Esta vez te ha tocado perder. Quizás deberías aprender a dejar de ser una niñata caprichosa.
Adrien se giró y pidió otra copa al camarero. Notaba que la chica estaba detrás de él empezando a echar humo. Podía oler cómo su orgullo se había quemado más que nunca, apestaba. Se preparó para otra tanda de gritos bajo la fuerte música y golpes, pero no pasó nada, pues cuando se volvió a girar vio como Bird iba a paso rápido por el local, empujando a todo el que se cruzaba en su camino hasta salir de allí. Cuando volvió a mirar hacia la barra tomó el chupito entre sus manos y de un trago el líquido desapareció.
Ahora, sin embargo, camina por las frías calles, bajo la luz de la luna llena y dando cabezazos en el aire. No está borracho, o eso se quiere hacer creer. Sabe dónde está, quién es, cómo se llama y dónde vive. Pero eso no quita que todo le dé vueltas y las náuseas estén en las puertas de su boca. Decide apoyarse sobre una pared y su cabeza acaba golpeando el muro. Se deja escurrir, poco a poco, hasta sentarse en el sucio suelo. Intenta repasar lo que ha ocurrido esa noche de nuevo. ¿En serio que ha sido capaz de plantarle cara? En su momento fue emocionante, se sintió bien consigo mismo. Pero ahora... ahora está tirado en medio de una calle mugrienta. ¿Cómo se puede llegar a depender tanto de una persona, aunque ésta no te aporte nada bueno? Siempre supo que Bird era diferente, puede que demasiado. Y pensar que era dos años mayor que ella. Lo había usado como un muñeco al que tiraba cuando cogía otro más nuevo. Es una niña a la que siempre le han consentido todo. Lo único de lo que tiene culpa él ha sido de haberse enamorado de esa manera tan estúpida de la muchacha.
Se vuelve a levantar, intentando que su dignidad le acompañe. Entonces, Adrien se gira de golpe y mira tras él. Se queda mirando el vacío y el silencio de la noche. Sus ojos se mueven en todas direcciones. Juraría... Se frota los ojos y sigue caminando. El alcohol nunca le ha hecho nada bueno. Se mete las manos en los bolsillos de los pantalones y sigue caminando encorvando, haciendo que la luz de las farolas forme una sombra deforme en las paredes. Su oído cree captar algo de nuevo. Se frena de golpe e intenta escuchar los pasos. Pero se da cuenta que ese sonido no son pasos de una persona, ¿un animal quizás? Se da la vuelta despacio, con el corazón a toda máquina. Suspira aliviado cuando no ve nada. No sabe qué es lo que sus sentidos están sintiendo, pero prefiere salir de allí cuanto antes. Su paso se va acelerando junto al ritmo de su respiración, haciendo que en determinado momento Adrien tenga que empezar a respirar por la boca, soltando todo el vaho. Otra vez, ese sonido. Se gira veloz y ve una sombra extraña esconderse en un callejón. Traga saliva como puede, con los ojos como platos y sale corriendo. ¿Le están siguiendo? Pero, ¿quién?, ¿será algún amiguito de Bird? Corre por las calles sin rumbo fijo esperando despistar a quien sea que le está siguiendo. Tras girar no sabe cuántas veces se frena e intenta recuperar el aliento. Sus manos se dirigen hacia su estómago cuando empieza a notar fuertes pinchazos. Frente a él descubre un espejo en lo alto de un edificio, usado en las curvas para que los coches no choquen con otros. Y lo ve, lo vuelve a ver. Esa maldita sombra, ¿quién demonios es? Esa cosa negra sigue ahí, pero no ve a la persona que la proyecta. Entonces la sombra desaparece, de golpe. Inconscientemente se lleva la mano al corazón y cierra los ojos en un intento de relajarse. Le late con tanta fuerza que casi le duele. Abre los ojos y vuelve a mirar hacia el espejo. Nada.
Y cuando comienza a caminar por la acera, algo a su izquierda empieza a tomar forma y altura. La pared se pone totalmente negra mientras una especie de criatura nace de la nada, emitiendo una especie de gruñido. Ese era el ruido que Adrien había estado escuchado. ¿Es eso lo que le estaba siguiendo?, ¿qué demonios es esa cosa? Empieza a caminar lentamente hacia atrás. El corazón le va a estallar, las manos le tiemblan y un sudor frío ha empezado a caer por su frente. Ve cómo se forman unas garras a ambos lados de la sombra, afiladas y largas como cuchillos. El miedo lo paraliza por completo cuando la sombra comienza a tener volumen. Esa cosa empieza a salir de la pared y toma cuerpo. Una cosa negra gotea de lo que podría ser su boca. ¿Desde cuándo las sombras tienen vida propia? Está borracho pero duda mucho que eso sea causado por las copas que se ha tomado. Entonces la bestia se lanza sobre él a la vez que abre la boca y emite un gruñido tan potente que siente como los tímpanos está a punto de reventar. Sin saber cómo, consigue apartarse, cayendo al suelo. Se tapa las orejas con las manos, pero no sirve de nada. Sabe que está apoyado en el suelo y sin embargo nota como si alguien lo hubiera agarrado y le estuviera dando vueltas en el aire. Cuando la bestia vuelve a gruñir y escupe ese líquido negro por la boca el mundo de Adrien vuelve a estarse quieto, pero no parece que sea un buen indicio. La criatura se queda quieta, mirándolo, o eso parece, pues el chico no consigue encontrar su cara. Espera el próximo ataque, duda mucho que esta vez pueda escapar. Entonces la criatura parecer abrir lo que es la boca. Se forma una especie de óvalo en la calle, parece una puerta, pero ésta lleva al vacío. No se lo piensa dos veces, se levanta corriendo y empieza a correr por la calle. Pero algo lo detiene de golpe. Una voz. Es dulce, pero sobre todo conocida. Él ha estado esa noche con la voz. Se gira, esperando ver a Bird.
Sin embargo no la ve, solo siente que su voz sale de esa cosa negra. Y le está llamando sin cesar. El miedo de Adrien desaparece, así como los temblores. Siente como su corazón vuelve a tomar una velocidad constante y pausada. Es tan cálida y agradable. Es como si le estuviera acariciando el rostro ella misma. Le llama de nuevo, y el chico comienza a caminar lentamente hacia el sitio. Sus ojos están perdidos, como hipnotizados. Es tan dulce. Algo dentro de su cabeza le está gritando que no siga la voz, que huya. Pero su cuerpo y su corazón parecen tener otros planes mejores. Unido a la voz melódica de Bird, la oscura forma vuelve a gruñir levemente cuando nota al chico tan cerca. Adrien está frente a esa especie de puerta. Sigue escuchando la voz cuando otra sombra cobra cuerpo y forma de la nada. Parece una sombra femenina. Sí, es ella. Su corazón está tan seguro que le obliga a seguir caminando. Estira un brazo en dirección a Bird. Le sigue llamando, insiste en que vaya con ella. Y él no duda en hacerle caso. La bestia negra crece de golpe y se traga al muchacho. Antes de desaparecer bajo las sombras de los edificios gruñe. Esta noche se ha dado un buen festín.


CLICK PARA LEER GRIETAS (BIRD)

6 comentarios:

  1. Oño con la sombra, anda que no tenía gente a quien comerse que tenía que ir a donde este pobre... Me voy a leer el de Andrea, el tuyo mola milventicincoymedio...

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  2. Brr dios, otro relato genial dgfhgfdhh Antes de nada, tengo que defender a Adrien, porque tiene todo el derecho a cortar con Bird e.e
    Y ahora voy a por las sombras... Que dios, es que las escenas que os montáis tienen tela xDDD Ya se lo dije a Andrea, estas sombras me recuerdan a las sirenas que cantaban para atraer a las personas y matarlos. Pero estas sombras claramente son más espeluznantes y brrr por vuestra culpa voy a estar mucho tiempo pendiente de las sombras cuando esté andando por la calle D:
    Y bueno, el relato genial :33 Me ha gustado mucho, como todo lo que escribes <3
    Tenéis que seguir con más relatos como estos ¿eh? :3

    Besos gigantes, María :3

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  3. Buurrrrrr. Ojalá yo supiera hacer un relato así, romper con el realismo. Porque tú, tú te pasas D: Cuando yo escribo algo así (intento, más bien), siento que son chorradas sin sentido, pero cuando leo vuestros relatos de ciencia ficción... Buurrrrrr otra vez. Al menos este tuyo es muy muy bueno.
    Veamos qué tal el de Andie. (:

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    1. Pur cierto. Envidia sana que escribáis juntas. Porque yo dejé tirado nuestro proyecto de 7 minutos. ;-;
      Perdóname...

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    2. No hay nada que perdonar cariño, yo también lo dejé de lado. Nos pasan muchas cosas, es culpa del mundo (?) Me gustaba mucho estar contigo, pero si te soy sincera los relatos de ese tipo no me animaron demasiado, quiero decir no son mi tipo de relatos preferidos.

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    3. No pasa nada, podías haberlo dicho y ya :3 Yo aún estoy buscando mi "tipo" de relatos... En cuanto lo encuentre me gustaría hacer algo contigo, lo que sea. Aunque el mundo se oponga (?)

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