2.12.10

Él

Nueva ciudad, nueva casa, nuevo colegio, nuevos compañeros, y nuevo problema. Solo deseaba tener una vida nueva, y dejar a un lado su pasado, el que le había llevado hasta ese lugar, y poder olvidarlo todo. Pero hasta que no llego el gran día de ser el chico nuevo, al que  todo el mundo miraría y señalaría por los pasillos cuchicheando, no se dio cuenta de donde se había metido. Justo el primer día, cometiendo errores. Estaba harto, y solo quería pasar desapercibido, al menos en las primeas semanas. Escondería sus brazos y manos, dejando ocultos las marcas que tenia. No le ayudarían demasiado. Quiso llegar unos días antes y así poder llevar el uniforme, se camuflaría mejor. Afortunadamente era principio de curso, y seria como un chico en alguna clase que todavía no había llamado la atención. Pero no fue como el pensaba. En el momento justo de traspasar la puerta, sintió como si todas las miradas se colocaran encima de él, como pájaros al acecho. No le dio importancia, por lo que siguió su camino como si nada. 

Había pasado demasiado tiempo escondido por el que dirán, pero eso se había acabado. Había estado mucho tiempo preparándose, ahora tenia que poner todo en práctica. Cada pasillo por el que pasaba eran miles de miradas, como cuchillos, no importaba. Por fin llegó a la sala del director. Estuvieron unos 20 minutos hablando, cuando la puerta se abrió. Según el hombre, seria su profesora en una de las asignaturas. Parecía simpática. Sin embargo, también pudo comprobar el gran carácter que tenia, riñendo a unos alumnos que había haciendo ruido en alguna clase. Esperaba no tener que hacer la típica presentación de bueno, este es vuestro nuevo compañero delante de toda la clase. Y así fue, no se quedó de pie delante de todos, pero todo el mundo le miraba mientras hablaba con la profesora. Por fin tomó asiento. Era una clase circular, y los alumnos estaban en una especie de gradas semicircular, ya que no rodeaba toda la clase. Se sentó en lo mas alto, para así no tener los cuchicheos detrás de su cabeza. Aún así, no podía evitar dirigir su mirada hacia los chicos que hablaban y no paraban de mirarle. Entonces, sucedió lo mas horrible que le podía pasar, y justo el primer día. Noto un débil golpecillo en su hombro, y dándose la vuelta, vio a dos chicas detrás de él. La chica del golpecillo era de estatura media, morena y con el pelo corto y rizado. Unos ojos verdes oscuros y pequeños le miraban con timidez, sin saber que decir. Entonces, sus labios empezaron a gesticular las palabras, pero le pareció no escuchar nada, cuando una voz mucho mas fuerte y enfada tras ella repitió lo que la muchacha morena. Estaba en su sitio. Si, así era, estaba ocupando el sitio de una chica. Justamente tenia que haber sido el sitio de ella. No le sentó muy bien que le quitara el sitio un chico, y mucho menos siendo nuevo. Le pareció absurdo pelear por algo como un asiento, así que simplemente se levantó. Pero tampoco fue lo correcto. La muchacha empezó a gritarle el porque de no pedirle perdón. No sabia que estaba pasando, solo era un asiento. Toda la clase les estaba mirando, y sobretodo a él. Era el chico nuevo, y el primero que la había hecho enfadar así desde hacia mucho tiempo. Por desgracia para él, la profesora había salido de clase, y la muchacha le siguió gritando. De repente, la muchacha se callo y se sentó, no sin antes, echarle una mirada asesina. Las había visto antes, pero era él quien las echaba. Aun así, esa chica era distinta, y su carácter, no era normal.

1 comentario:

  1. No sé si me equivoco, pero ¿la chica con mal humor es la de la anterior entrada? Eso me ha parecido :) Me ha encantado la entrada. Lo de ser nuevo... lo viví en segundo de parbulitos xD Cuando me cambié de colegio, ya que antes iba al de mi pueblo, porque viví allí hasta los cuatro años.

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