15.1.11

Mala noche.

Corría , sin un rumbo fijo, sin saber hacia donde iba o de donde había salido corriendo. Sentía que sus piernas le iban a abandonar en cualquier momento, o que su tobillo se iba a torzer, y corriendo a trompicones le sería imposible escapar. Seguía corriendo como nunca lo habia hecho, y decidio mirar hacia atrás. Giró todo su cuerpo y siguió andando de espaldas. Viendo que en esos momentos no lo seguían, decidió parar unos segundos. Y apoyando sus manos en la rodillas, encorvándose, empezó a respirar por la boca, dándose cuenta de que debería respirar con tranquilidad y por la nariz, si lo hacia por la boca le daría flato, y como le solía pasar cuando entrenaba, no podría respirar, se pondría rojo y la garganta le ardería. Lo mejor era prepararse para correr de nuevo. Aunque pareciera estúpido, empezó a girar su tobillo, para calentarlo y no preocuparse por la torzadura mientras corría. !Mierda!, pensó, y abrazándose la barriga con todas sus fuerzas, agachó su cuerpo un poco, era flato. Escucho unas voces, y el ruido de las armaduras moviéndose las acompañaban. Se encondió en un callejón que tenía a mano derecha, pegándose a la pared para camuflarse con la oscuridad del lugar. Los latidos del corazón los podía escuchar casi sin tomarse el pulso, y su barriga no hacia mas que tragar aire y tirarlo. Intentaba respirar por la nariz, pero no obtenía aire suficiente, y acababa ahogándose. Cerró los ojos e intentó tranquilizarse, parecía que le funcionaba. Entonces, recordó que la huida no la estaba haciendo solo, ¿Dónde estás, Alyssa? , pensó para sí, mientras sacaba un poco su cabeza del escondite y miraba por los alrededores. Ni rastro. !Lo tengo!, gritó un soldado por la otra salida del callejón. Sin ni siquiera girarse, salió corriendo. No sabía que hacer, todo era improvisado. Giró una de las muchas esquinas y callejones que había, ¿por que hemos tenido que elegir la villa más grande?. Bingo, unas escaleras. Las subió y llegó a los tejados de las casas que formaban un laberinto blanco y marrón de todo el pueblo. Parecía que no le habían visto subir, pero decidió saltar algunos tejados y alejarse de la escalerilla por la que habia subido

Eran simples casas individuales, algunas de un solo piso, otras con dos, y además una escalera hacia el tejado, el que muchas veces servía, sobretodo en invierno, para guardar comida, ya que el frío la conservaba bien, aunque hubiera que protegerla de los ataques de los pájaros hambrientos.

De vez en cuando veai grupos de cinco o cuatro soldados correr, con sus punzantes lanzas y espadas preparadas. Algunos llevaban un tipo de pistola plateada, con el mango adornado por enredaderas. Era un tipo de pistola muy curiosa, ya que el disparo nunca se podía escuchar, era totalmente silenciosa. Solo los soldados con cargos altos podian llevarlas, para el resto de personas por debajo del rey o cualquier poder de gobernar estaban prohibidas, incluso para los soldados de menor rango. Eran usadas para asustar a los pueblerinos y a los jóvenes soldados, diciendo que con solo un diparo eran letales, imposible sobrevivir a ellas. Incluso llegaba el rumor de que algunas iban envenedadas, por si el disparo no funcionaba, una cápsula dentro de la bala seria expulsada a menos que la víctima hubiera muerto en menos de diez segundos. Los pueblerinos eran los que siempre se tragaban todas estas historias, pero mucho rebeldes habian provado algun que otro disparo y todavía seguían con vida. A causa de estar vivos, algunos campesinos que trabajaban como espias en los puebluchos, decían que estar vivos era cosa de magia. Hacía cientos de años que la magia se habia prohibido, ya que se habian librado guerras que podrían liquidar a la humanidad, por lo que si alguien se atrevía a usar la magia, seria castigado severamente. Por esto,  los espias usaban el truco de la magia para asustar a los demas campesinos y ponerlos en contra de los rebeldes que los solían ayudar.

Él era uno de esos rebeldes, y mas de un disparo se habia llevado. Sin embargo, el jamás ayudaba a los demás, iba por su cuenta, dependiendo por lo que se interesara estaba de un bando u otro, le daba igual. Solo pensaba en sí mismo, y no es que le fuera demasiado mal. Empezó siendo un ladronzuelo de tres al cuarto, pero poco a poco fue siendo mas que eso, y su cabeza  empezó a tener precio. Un día podría trabajar para un ejercito y al día siguiente estarían buscando su cabeza. Lo peor de trabajar con él, es que le gustaba demasiado la traición, y mas de uno se habia llevado un chasco, aunque antes de conocer a Alyssa, había cambiado, ya que  parecía estar aprendiendo la lección. El último encargo que le habian hecho era robar una caja que se encontraba en el castillo de la ciudad de Lerum, un castillo custodiado por todos los soldados que puedas imaginar y criaturas casi prohibidas. Ni él sabia que habia en esa caja, pero el dinero que le ofrecian era tanto, que le fue inevitable negarse. Pero en la hora de la entrega, le habían dado el cambiazo, y el hombre que habia demandado la caja no acepto tal engaño, volviendose loco y golpeando a todo el que hubiera en el bar en ese momento. Pero el ejercito de la ciudad y el hombre misterioso habian hecho un pacto para poder atraparlo, aunque solo él ganó: Cyril consiguió escapar, por lo tanto, los solados no lo capturaron y el hombre misterioso se quedo sin caja. Despues, conoció a Alyssa, su actual compañera. (aunque eso es una larga historia)

Cada vez que pasaba un grupo de soldados los contaba, llevando la cuenta de con cuantos tendrian que luchar. Sin embargo, habia algo que no le terminaba de convenzer, no había vuelto a ver a su compañera desde que había entrado a la ciudad esa noche, ni un grito, ni una señal, nada. Ella no solía hacer eso, es más, preferia trabajar en grupo, pero en ese momento habia sido la mejor idea, aunque ya no estaba tan convencido de eso. Entonces, como si le hubieran leido el pensamiento, una explosion a lo lejos rompió el silencio de la noche y la oscuridad desaparecio por segundos. De nuevo las llamas y la explosión. Debe ser ella, y sin pensarlo dos veces, salio corriendo, saltando por los tejados hasta llegar a la explosión. Cuando parecia estar cerca, la explosion se alejaba, ¿contra cuantos estará luchando para usar tanto fuego?, de nuevo, se volvía alejar. Por fin, llegó a la última explosión, y no hubo ninguna más . Todo estaba en calma. El humo seguí subiendo hacia el cielo, ni rastro de Alyssa, ningun ruido de armaduras, nada de gritos, nada. Se asomó un poco por el borde del tejado, no conseguía ver nada. Entonces, cuando se dio la vuelta para volver a esconderse, un hombre enorme, con brazos igual de grande que su cuerpo, unos musculos grandes como su cabeza, y llenos de venas que lo hacian un tanto repelente, lo golpeo con todas sus fuerzas, tirándolo del tejado hacia tierra firme. La caida habia sido de unos tres metros, nada fuera de lo comun con lo que estaba acostumbrado, pero junto con el cansancio y el puñetazo, tardo varios segundos en recuperarse. Cuando se quiso levantar, pudo ver como estaba completamente rodeado de soldados, con sus lanzas señalandose para atacar si era necesario, varios gigantes como el que le habia golpeado delante de esos soldados, y en busca de una salida, escucho el ruido de arcos tensarse, y pudo comprobar como los tejados estaban completamente repletos de arqueros. Entonces, un hombre empezo a salir de entre la multitud, y pudo ver su capa casi rozando el suelo, el ruido de su armadura, no tan gorda como la de los demas, y con una de sus manos la posaba sobre la espada que llevaba consigo.
               
                 - Eres una rata muy escurridiza, ¿ lo sabias? - le dijo el soldado superior, mientras sacaba su espada y hacía que la luna se reflejara en ella, para despues colocarla sobre su hombro.
                 - Es lo bueno de ser rata - le contestó, sin perder su mirada con la del soldado, comprobando que llevaba un parche en el ojo izquierdo.
                 - Cierto, tambien sois rastreras y además vais a vuestra bola, solo os preocupais por vuestro bien propio, y si hace falta, traicionais, ¿no? - el soldado se encontraba dando vueltas alrededor de Cyril, arrastrando su espada para hacer un círculo a su alrededor.

Cyril no dijo nada, simplemente se dedico a mandarle miradas asesinas. El soldado, de pelo largo y con el parche, se paro enfrente de él y mas cerca de los soldados, entonces, con su cabeza, hizo un movimiento para que uno de los soldados le trajera algo. Era la voz de Alyssa, quejandose e insultandoles, como de costumbre. Despertó de su modo odio hacia el soldado, creando en su cara un rostro de preocupacion por su compañera

               - Deberias darle las gracias a tu amiguita, es un cebo excelente - dijo mientras la cogía del cuello y con una patada en su espalda la tiraba hacia Cyril, haciendo que cayera al suelo.

Corriendo, se acercó a Alyssa para  recogerla, pero vio que tenía pies manos atados, y no podría andar. Sus manos estaban atadas a la espalda, y sus pies cruzados entre sí y atados. No llevaban simples cuerdas o esposas, ya que el ejército usaba un tipo de "cuerda" para sus cautivos de la que era imposible escapar. Era un animal enredado, un animal totalmente alargado, solo con boca y olfato, todo lo demas eran extremidades que usaban para atrapar a sus victimas, y cuanto mas intetaras escapar, mas fuerte apretaba, llegando a cortar la circulacion.

                - Alyssa, ¿estas bien? -
                - Lo siento, crei que podria  con todos -  se disculpó, mirando a su compañero con los ojos rojos y las rodillas casi sangrando

Cyril la sostuvo sobre sus rodillas, no tenian escapatoria, y por el momento deberían rendirse.

                - Cogedlos, Valtuen nos espera - ordenó el soldado, mientras veía a la chica tirada en el suelo - al menos tiene buen gusto - acabó diciendo con una fina sonrisa en su boca, recibiendo la mirada de odio de Alyssa.

8 comentarios:

  1. Me ha encantado ! Es ... es fantástico!
    Sigue así !, se te dan genial las descripciones!
    Además me ha tenido intrigada todo el rato.
    Besos :)

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  2. Muchisimas gracias. HAcia tiempo que lo tenia escrito, pero no se, no me animaba a subirlo, porque era tan diferente xD . Pero esque esos personajes, me encantan *__* Desde el dia que los crees con un amigo SON MI VIDA XD

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  3. Cada dia te superas mas :) he leido tu comentario en mi blog y me ha hecho mucha ilusion. Tu blog es absolutamente perfecto los personajes todo... ya me peudes seguir y si supieras de alguien para pasarle mi blog encantada:) ya le pasare yo el tuyo a una amiga mia¡ Un bisou de ta petite amelie (:

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  4. ¿Sabes qué? que lo diferente es lo que destaca de lo ordinario. No sólo es lo que puede hacer que te estrelles también es lo que puede cubrirte de gloria como es el caso ;)
    GENIALISIMO COMO TÚ (personita con la que hace demasiado que no hablo..)

    Momobesos de peluche ♥.

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  5. Andi^^ tienes un regalito por mi blog pasate cuando puedas <3

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  6. Precioso :)
    Muchas gracias por pasarte por mi blog :)

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  7. Me ha encantado, Andi. Estando acostumbrada a leer Samantha, me resulta diferente. Pese a ser más antiguo, cuando lo escribiste también hacías tus fantásticas descripciones, y es normal que les tomaras cariño a Alyssa y Cyril ^^
    Besos con trocitos de sueños cumplidos.

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